8 diciembre, 2019
LOS PUROS HABANOS
¡Los puros habanos! Como todos sabemos la planta del tabaco tiene su procedencia en América del Sur y se cree que llega a Cuba hace como unos dos mil o tres mil años. Los indios taínos eran sus principales consumidores de tabaco ya que formaba parte del ritual para acompañar ceremonias sociales, políticas y religiosas.
Cuando los españoles desembarcan en Cuba, se desata el furor por el consumo de esta planta, extendiéndose también por toda Europa, así que el rey de España, Felipe V, decide imponer el monopolio real del tabaco, denominándolo “Estanco del Tabaco” y es de ahí de donde viene la palabra que se utiliza a día de hoy.
El clima en Cuba y las características de su suelo y la experiencia de sus torcedores a la hora de manipular el producto es el secreto de su éxito.
El cultivo comienza en el semillero, donde permanecen durante unos 40 días antes de su traslado al campo donde reposarán hasta el momento de su recolecta.
Después de su recolecta, el tabaco es llevado a los lugares de ensarte para pasar al proceso de desecación y fermentación. De la planta no sirven todas las hojas, por lo que se hacen escogidas y durante el proceso se las trata con la mayor delicadeza para después continuar con el proceso de secado en las galeras.
Una vez la hoja está seca, se “desempalillan”, es decir, le quitan la vena que cruza la hoja y se clasifican por tamaño y tipo, pasando después a las manos de los torcedores para darle su forma final.
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